El método Getting Things Done (GTD) ha sido creado por David Allen en el libro homónimo (en castellano se tradujo como Organízate con Eficacia) hace más de 20 años. Sin ánimo de polemizar el título del libro y de la técnica se traduciría mejor como Conseguir hacer las cosas, que va más allá de la organización e incluye la ejecución de lo organizado. A lo largo de los años este método se ha popularizado e implantado en muchas empresas, sin embargo no es algo habitual -aún- en el mundo educativo. Aquí vamos a revisar los puntos principales del método y darle un enfoque más educativo. Hablemos de Getting Things Done (GTD) para estudiantes.
Básicamente se compone de 5 pasos: Capturar, Clarificar, Organizar, Reflexionar y Comprometerse. Para sacar el máximo provecho de este método es conveniente hacer los pasos en orden. Veamos cada uno en detalle:
Capturar
Crear un documento único (lista, buzón, etc…) de todo lo que requiere tu atención.
Clarificar
Clasificar los elementos de esa lista, definir en qué consiste cada uno y redactarlo como una meta aquellos que se tengan que realizar, tirar los que no merecen nuestra atención y apartar (en un bloque de pendientes) aquellos para los que falta información.
Organizar
Definir cuándo se tiene que hacer cada una de esas tareas que merecen nuestra atención (las que hemos redactado como metas). Es decir, poner en una agenda cada tarea con hora de inicio y hora de fin.
Reflexionar
Revisar los progresos conforme se vaya avanzando.
Comprometerse
Confiar en el método, poniendo el foco en la tarea que tienes entre manos en ese momento dejando las distracciones fuera.
¿Cómo se aplica todo esto como estudiante?
Evidentemente, tienes que saber todo lo que quieres hacer, capturar es básicamente tener un sistema que te permita tenerlo todo en un único lugar. Vamos una lista de tareas.
El paso de clarificar es el más complejo de todo el método GTD en tanto hay que contestar diversas preguntas para poder clasificar adecuadamente cada tarea. Sin embargo, para un estudiante algunas preguntas no son tan relevantes a no ser que pienses dejar alguna asignatura o busques llegar al mínimo para sobrevivir. Con tareas de otro tipo en tu vida en este paso hay mucha riqueza y te animo a explorarla. Como estudiante las tareas se pueden asignar a 2 ó 3 categorías y todas se tienen que realizar de alguna manera. Delegar (que es una habilidad muy útil en la vida profesional) se suele considerar como hacer trampas en la vida estudiantil. Al final, este paso se puede resumir en saber qué se espera de cada tarea y definirla como una meta para ti.
Organizar es el paso crítico para un estudiante. Las herramientas del método son eficaces cuando hay muchas categorías y pocas tareas en cada una. No son tan útiles cuando todo se encuadra en una o dos categorías lo que hace que las prioridades sean difícilmente gestionables.
Tenía un profesor que decía: “Lo que no se mide un existe”. Esta frase permite abrir un debate muy amplio que daría para muchos posts, sin embargo me quiero quedar con el mensaje principal que encierra: si no se evalúa el progreso y se compara con un objetivo es muy posible que no se alcance el resultado previsto. Reflexionar es la forma de decir este concepto. Puede parecer una pérdida de tiempo, pero en una inversión muy rentable.
No hay un sustituto para el esfuerzo. Da igual la buena planificación, sin tu compromiso en conseguir las metas no verás los resultados. Centrándote en la tarea planificada, y midiendo los progresos es la forma de tener todo hecho antes de que llegue el temido “día de entrega”. Cualquier otra alternativa aumenta las posibilidades de fracaso escolar
Studeam es una alternativa que facilita el proceso descrito
Con Studeam, en un solo paso, puedes crear la lista de tareas, definirlas de forma adecuada, y ponerlas como metas tanto en lo que consideras un resultado válido como el tiempo que quieres invertir para realizarlas.
La organización la hace por ti con el simple hecho de pulsar un botón.
En tanto te comprometas con lo planificado podrás medir tus progresos y mejorar las estimaciones iniciales a tiempo. Cuando sea necesario reorganizar simplemente vuelves a pulsar el botón y listo. Tu te tienes que centrar en aprender en lugar de dedicar tiempo a complejos cálculos y estimaciones para poder gestionar adecuadamente tu tiempo.
Confío en haberte dado una primera idea de cómo aplicar Getting Things Done (GTD) para estudiantes. Te ofrecemos más técnicas de gestión del tiempo desde la perspectiva de un estudiante aquí.