Gestionar mejor el tiempo de estudio es fundamental
Según las estadísticas, muchas personas sufren por el agobio de la falta de tiempo y la sensación de que no lo controlan. Casi siempre andan tarde para tantas cosas, algunas puede que muy importantes en sus vidas (ver este artículo sobre procrastinación). En el colegio ya se empieza a manifestar este problema, justo cuando deberíamos ir adquiriendo una buena gestión del tiempo de estudio.
Muchos estudiantes viven desbordados y no pocos se han convencido de que no tiene remedio. ¡Pues bien, no te resignes! Primero he sido estudiante por no pocos años (hasta los 29) y luego profesor de secundaria y bachillerato durante 12 años. He sufrido bastante con el tiempo y la planificación de mis tareas y desde aquí, por lo que he visto con mis estudiantes, quiero proponerte seguir unos pasos que te pueden ayudar.
Planificar es importante y siempre mejor que no planificar
Es una palabra clave en la gestión del tiempo. Necesitas planificar bien tu tiempo de estudio, por más pereza y rabia que dé, por más que parezca una pérdida de tiempo y casi nunca llegues a cumplir lo que te propones. ¡Planifícate las tareas! ¿Que por qué? Porque necesitas saber lo que tendrías que hacer y saber cuándo y por cuánto tiempo. Con un plan concreto, nuestro interior se prepara para dominar el tiempo, concentrar el esfuerzo y sacar adelante nuestro trabajo. Si no sabes lo que debería suceder, las probabilidades de que suceda desaparecerán. Así que, ¡planifica! ¿Pero cómo?
Empieza por una lista de tareas
Rápidamente recapacita sobre lo que tienes pendiente, no te dejes nada. Descansará tu mente y empezarás a ver la magnitud de tu reto. Te ayudará a saber sus límites y empezarás a pensar si puedes con ello. Aunque sea más de lo que puedes sacar adelante, siempre es una lista finita y algo podremos conseguir. Y sobre todo, podrás empezar a tomar decisiones sobre tu tiempo.
Anota cuándo habrá que tener terminada cada tarea
Hay tareas cuya fecha de finalización nos viene impuesta pero otras tareas no la tienen. Intenta poner plazo a todas. Esto te ayudará a decidir cuándo hacer cada una. Gestionar bien el tiempo de estudio tiene mucho de asignación de recursos limitados y elaborar un buen presupuesto. Aunque parezca que tenemos todo el tiempo del mundo, nos equivocamos. Unas de las formas de no empezar una tarea es pensar que siempre podremos hacerla más adelante.
Estima sus tiempos de ejecución de cada tarea
Mira una a una a cada tarea y piensa cuánto tiempo te llevará terminar cada una por separado. No en el tiempo que te gustaría dedicarles o que podrías dedicarles, sino el que cada una requiere para ser bien hecha. Todavía no toca saber si tendrás tiempo para hacerlas. Es la mejor forma de no engañarse con los tiempos que debemos emplear, pensar en cada tarea de forma aislada, en sí misma, y responder a la pregunta: ¿cuánto tiempo me llevará?
Por supuesto que se trata de una estimación y luego la realidad va por su lado. Sin embargo, estimar es un comienzo necesario para planificar. Cualquier estimación es mejor que no tener ninguna y con el ejercicio estas estimaciones ya las irás afinando. El tiempo es un recurso limitado.
Bloquea un tiempo, reserva un horario
Decide qué tiempo concreto vas a reservar para sacarlas adelante. ¿Tienes un horario de estudio? Si no lo tienes lo mejor es que decidas tu horario con calma y para los meses siguientes. No es una decisión que vayas a tomar cada día. El horario va a ser el marco en el que se colocan las tareas que acabas de listar y va a poner los límites temporales a tus tareas. Afortunadamente no todo en tu vida va a ser estudiar, porque probablemente estudiarías mal. Es necesario comprometerse con un horario para trabajar con rendimiento de forma sostenida.
Ordena tus tareas en el horario
Vas a tener que decidir qué hacer en cada momento e incluso fijar los descansos. Es el momento más delicado y a veces más incómodo. Una pista al respecto: ten muy en cuenta el criterio de urgencia. Da prioridad a lo que antes tenga que hacerse porque tiene una fecha de finalización limitante. No es el único criterio ni tampoco el más importante para todos los casos, pero es un criterio básico para aprovechar el tiempo de forma óptima. Sobre todo, cuando no sabemos las nuevas tareas y urgencias que nos pueden llegar en el futuro. Así haremos caso a la sabiduría popular: “Más vale pájaro en mano que ciento volando” o “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
Te llevará un tiempo, ¡paciencia!
Planificar te llevará unos minutos, probablemente más de los que te gustaría, pero merece la pena “perderlo” en esto. Coger lápiz y papel y a por todas. Si eres de los que se complica la vida haciéndolo “perfecto” o “muy bonito”, intenta acotar el tiempo que reservas para planificarte.
¡Último recurso! Un planificador automático del estudio: Studeam
Tras años de luchar contra mí mismo y de planificar a otros estudiantes que por pereza, impaciencia o falta de autocontrol no llegaban a hacerlo, diseñé una aplicación para que arrancar con el estudio fuera algo más sencillo y nos pudiera difícil eso de engañarnos. Se llama “STUDEAM” y su nombre significa literalmente “que yo estudie” en latín. Se trata de un planificador del estudio que te permitirá planificarte en un instante y con una presentación perfecta. Luego podrás adaptar esa planificación más a tus gustos, pero con la seguridad de que ya tienes una guía válida para tu trabajo.
Todo lo que te he propuesto para gestionar mejor el tiempo de estudio está presente en STUDEAM bajo la forma de una aplicación digital. ¿Se te ocurre alguna excusa para no planificarte?
Luis Javier Álvarez Garrido