Apps para la gestión del tiempo de estudio
La revista Educación 3.0 publicaba un artículo recientemente sobre aplicaciones para la gestión del tiempo de estudio, ofreciendo un listado interesante. Vaya desde aquí mi agradecimiento en nombre de Task & Time (empresa que dirijo) por incluir nuestro planificador del estudio STUDEAM en el listado de apps y mi felicitación por dar importancia a este tema de la gestión del tiempo en educación. Es realmente el momento de hacerlo.
La organización de las tareas y la gestión del tiempo son temas muy importantes en el mundo de la empresa. En el mundo educativo también lo son, pero no han sido tenidos tan en cuenta hasta la fecha. Vivimos en tiempos en que educar en gestión del tiempo y hábito de estudio se convertirá en una transversal curricular fundamental. Si aprender a aprender es una competencia crucial para nuestros pequeños, este aspecto debería ser tocado y evaluado. Además, pensamos que ha tomado un carácter de especial urgencia hoy en día.
La categoría “gestión del tiempo de estudio” se queda pequeña
Existe un sinfín de aplicaciones para la gestión del tiempo, para el tracking de actividad, para organizarse la vida y llevar una agenda lo más clara y eficaz posible. También para sacar las tareas adelante con listados bien pensados, métricas y alertas. Pero agendas virtuales adecuadas específicamente para el estudio ya se cuentan menos apps.
Studeam ha sido incluida como una más de la lista, lo cual parecería que tenga sentido: es prácticamente nueva y está pensada precisamente para la educación. Ha sido diseñada por profesores y para estudiantes. ¿Pero está bien colocada en esta categoría junto a las demás apps?
Porque las aplicaciones para gestionar el tiempo de estudio hasta ahora han sido apps consistentes en un calendario más o menos adaptado, una agenda para que el usuario organice sus tareas académicas y les dé seguimiento. En esto Studeam no destaca frente a las demás. En cambio, esta agenda virtual organiza las tareas del estudiante por sí misma. Dicho de otra manera: la máquina planifica, no el estudiante. Entraña un salto de funcionalidad que la convierte de hecho en una app de otra clase. La agenda se transforma en todo un planificador.
Una categoría incipiente: planificadores del estudio
No hay suficientes apps planificadoras del estudio como para crear su propia categoría, por lo que todavía no existe un listado más adecuado donde ubicar algo como STUDEAM. Pero la bola de cristal nos anuncia que esta situación va a cambiar. Hace meses ya publicamos en el blog de Task & Time un artículo mostrando dos aplicaciones que planifican específicamente el estudio, una estadounidense (Shovel, de howtostudyincollege) y la otra también española (Gokoan).
¿Pueden ser apps de pago?
La mayoría de las apps en el listado tienen su versión freemium o son gratuitas 100%. Lo cual nos habla de un mercado todavía reticente a pagar por apps educativas. Studeam, en cambio, es una app de pago. Ofrece 15 días de prueba, pero al final hay que pagar una suscripción mensual o anual. Y curiosamente la aplicación americana también es de pago con un precio equivalente, y Gokoan se incluye en un método económicamente costoso.
¿Se quiere calidad? ¿Se quiere funcionalidad libre de anuncios? ¿O se prefiere pagar con datos de uso de los estudiantes, muchas veces menores? Cuando la privacidad ha empezado a cobrar importancia, los usuarios empiezan a plantearse si están dispuestos a pagar con sus datos los servicios que disfrutan.
Los posibles clientes todavía no han dado el salto que sí están dando al mundo del entretenimiento. Un Netflix ha acumulado tanto valor para un suscriptor que ha sabido cambiar los hábitos de los telespectadores y acostumbrarles a pagar por ver por las producciones que desean. Esta mentalidad todavía no ha llegado al mundo educativo, desgraciadamente, pero aventuramos que será un camino inevitable.
Hay que tener muy en cuenta que, en el caso de la educación, normalmente los clientes son adultos y los usuarios serían sus hijos o sus alumnos. Salvo por una obligatoriedad establecida desde el centro educativo o una implicación especial del padre, no van a comprar herramientas si no están seguros de que sus hijos las vayan a usar o se les suponga un alto valor.
El Marketplace de Apprender, un signo
Ha habido iniciativas como la startup Apprender, spin-off de la Editorial SM, para construir un Marketplace de aplicaciones educativas en español. Están marcando el camino, pero acumular valor no es sencillo y el cliente todavía no está suficientemente evangelizado. Gustosamente se gasta el dinero en entretenimiento, pero para mejorar la educación de sus hijos o para sí mismo como estudiante, invierte los recursos mínimos… Salvo que haya problemas, claro. Si unos padres temen por los resultados de sus hijos, entonces empezarán a gastar dinero en ponerle remedio hasta donde puedan.
¿Tendencia creciente?
Antes de terminar este artículo, Educación 3.0 ha lanzado un artículo posterior sobre 5 apps que ofrecen la técnica Pomodoro para el estudio. Buena noticia, sin duda tanto que se difunda la técnica como que se implemente en apps. De hecho, tal vez Studeam podría ubicarse dentro de este tipo de apps, por cuanto admite la planificación con esa filosofía (entre otras posibles). Pero esto ya merece un análisis en un próximo artículo.
Luis Javier Álvarez Garrido
CEO en Task & Time