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Estamos ante un curso escolar absolutamente único en la vida de muchos a causa de la pandemia. Muchos padres os estaréis preparando para múltiples eventualidades, con el deseo de procurar lo mejor para vuestros hijos en la medida de lo posible. Desde Task & Time os deseamos mucho ánimo y que os podáis tomar las cosas con cierta alegría y buen humor. Y queremos ayudaros en vuestra labor en un aspecto fundamental: lograr que vuestros hijos adquieran un buen hábito de trabajo.

Lo habréis comprobado muchos en los meses de confinamiento: la gestión del tiempo puede y debe mejorar, pues a muchos de nuestros hijos les falta autonomía y se pierden en la realización de las tareas. Educarse en hacer lo que toca cuando toca, ordenando sus tareas dentro de un horario, organizando bien su tiempo y luchando por cumplir los objetivos es importantísimo. ¿Y quién les está acompañando en este crecimiento? El peso fundamental recae muchas veces sobre los padres y no es tarea fácil para la mayoría.

No se trata sólo de sacar buenas notas, ni siquiera de que pueda cumplir con las tareas a tiempo. Adquirir un buen hábito de trabajo, una disciplina de estudio, es entrar con pie firme en la vida, tanto la personal como la profesional. Las habilidades para gestionar bien el tiempo son enormemente valiosas, como habremos podido comprobar en nuestra vida laboral y familiar. El tiempo de la escuela, cuando son más pequeños, es el momento idóneo para desplegar y afianzar esas habilidades. Así estaremos preparándolos verdaderamente para la vida.

 

Un agenda es necesaria

A esto se añade un detalle aparentemente de poca importancia: ¿qué agenda van a usar los chicos este curso? Porque si se trata de educarse en un buen hábito de estudio y gestionar bien el tiempo, hay que tener alguna agenda.

Las agendas de papel son útiles para recordar lo anotado en ellas: Los exámenes, entregas, fiestas, citas con profesores, clases online, etc. Pero con la llegada del COVID parece que tienen los días contados y se impone un paso a lo digital por cuestiones de salud. Hay aplicaciones fantásticas de todos conocidas, como Google Calendar, que superan a las agendas tradicionales con creces al tener siempre disponibles los datos donde haya una conexión a Internet y poder editarlos sin dejar tachones. Esta agenda ya no se puede perder, cosa muy habitual entre los niños y no tan niños. Más interesante todavía en estas agendas digitales es lo fácil que resulta compartirlas y añadir eventos de calendarios compartidos. Si nos vamos a tomar en serio el hábito de trabajo de nuestros hijos, deben tener una agenda que puedan compartir con vosotros, donde podáis introducir tareas desde vuestro propio calendario. Así que ya tenemos cuatro ventajas para el uso de una herramienta tan sencilla como una agenda digital:

  1. Es higiénica
  2. No se pierde
  3. Es editable
  4. Es compatible

Además, en la mentalidad de los estudiantes una agenda así no es un padre pesado y preocupado, sino un elemento tecnológico para facilitarle algo que en el fondo también desea: terminar a tiempo sus tareas. Y esto es todo un punto a favor que proponemos a vuestra reflexión.

 

La agenda inteligente

Pero anotar cosas en una agenda no es todavía planificar ni gestionar bien el tiempo. Para eso hay que reflexionar sobre las tareas pendientes y sus fechas de entrega y organizarlas temporalmente con cuidado. A todos nos cuesta este paso, a nuestros hijos más todavía. Y sin embargo es un paso fundamental, porque todos necesitamos ubicar en el tiempo nuestra actividad para ser eficaces y no perdernos. Necesitamos un plan y, si es posible, uno bueno. Como planificar bien es difícil y lleva tiempo, hemos construido una agenda que planifica el estudio de forma automática: Studeam. Es una agenda inteligente, capaz de ordenar las tareas con criterio pedagógico y de sentido común de forma automática, incluyendo los descansos apropiados para sostener la atención. Así podremos a disposición del estudiante una herramienta poderosa para iniciarse en un buen hábito de estudio. Porque es más que una app, es un método sencillo de educación en gestión del tiempo.

No serán los padres los que hagamos la planificación de los deberes para nuestros hijos más despistados, ni tampoco nuestros hijos que prefieren empezar por sus preferencias, sino una herramienta que les permita reducir sus auto engaños y reflexionar sobre su día de trabajo. Al ofrecer de forma automática una planificación objetiva todos nos ahorraremos tiempo y discusiones sobre si se ha estado intentando hacer lo que había que hacer.

El curso se echa encima, ¡vamos a prepararnos bien! Y puestos a tener una agenda, que sea inteligente

 

Luis Javier Álvarez Garrido

CEO en Task & Time