La sobrecarga de deberes no es un problema que afecta únicamente a un curso en concreto, sino que afecta a todos los niveles, a cualquier estudiante y que puede llegar a limitar su aprendizaje.
La mala gestión del tiempo por sobrecarga de deberes aumenta el desnivel, prolongan los días más allá de la jornada escolar, genera mucha presión a los estudiantes y dolores de cabeza a los padres, ya que este cumulo de cosas acaba extrapolándose a la vida familiar.
Los deberes de ocupan periódicamente el foco del debate educativo. Ciertamente habría que ayudar a los estudiantes a que aprendan a gestionar la sobrecarga de deberes, como también habría que controlar la carga de tareas mediante una coordinación adecuada entre los profesores.
Como gestionar la sobrecarga de deberes
El tiempo es lo más valioso que tenemos y los estudiantes han de aprender a gestionar las tareas y el tiempo que se tiene que dedicar a cada una de ellas para que de esta manera puedan organizar otros aspectos de su vida que también requieren tiempo para su cultivo: desde el ocio necesario hasta la vida familiar.
La gestión óptima del tiempo implica la planificación del tiempo de estudio y la organización previa de las tareas.
Parte del trabajo de saber organizarse es evitar la procrastinación y dejar de subestimar el tiempo que implica hacer ciertas tareas.
Es muy importante ir cumpliendo las tareas planificadas, para evitar que llegue un momento en el que la sobrecarga vuelva a aparecer por acumulación de tareas sin completar.
No es una tarea fácil, exige práctica, mucho rodaje, autoconocimiento, ir descubriendo qué se adapta mejor a nuestra persona, cuáles son nuestros fuertes y debilidades, y no engañarnos a nosotros mismos. Organizarse bien y planificarse con criterios adaptados a la realidad personal es un arte exigente pero muy necesario.
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