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Un planificador automático del estudio como STUDEAM parece una cosa estupenda, sobre todo para los que se organizan mal o aquellos que desean controlar mejor su tiempo. Pero cuidado: organizar bien el estudio con STUDEAM requiere cumplir unos mínimos que afectan a cualquier planificación que se quiera hacer, igual da que sea manual que digital. Con este post inauguramos una serie dedicada a orientaciones y consejos para que el uso de STUDEAM sea adecuado y fructuoso.

 

Gestionar bien el tiempo con Studeam: las tareas

En este post me centraré en la consideración de las tareas. Se trata de un punto por el que la planificación se vuelve ineficaz cuando no se hace bien. Está claro que si no se planifican las tareas que hay que hacer, la planificación sirve de poco. Entre los estudiantes los hay que no se enteran de parte de las tareas que les corresponden. Eso es un grave problema para plantearse cualquier planificación fructuosa. Hoy en día hay formas de comunicación de las tareas que hace más difícil esta posibilidad. Pero no me refiero ahora a este problema, sino a uno más extendido, la ignorancia de las tareas de estudio en sí y la ausencia de repasos para los exámenes.

¿Cuántas veces los chicos afirman que no tienen deberes o tareas para casa? Y están totalmente convencidos de que es así. ¿Cuántas veces el estudio para el examen es el primer estudio que se hace del contenido. En vez de repasar, el alumno se enfrenta por primera vez a algo nuevo que el profesor le mostró hace ya tiempo. Debido a esto STUDEAM considera tres tipos de tareas:

Las normales: lo que habitualmente entienden por tareas los estudiantes más jóvenes, es decir, hacer unos problemas, leer un libro, realizar un trabajo,…

Las de estudio: también son tareas para casa el estudio de los contenidos que el profesor va enseñando en clase progresivamente. Hay que dedicarle tiempo, por ejemplo 40 minutos para leer despacio y sacar un esquema de un epígrafe de la lección de historia.

Las de examen: los exámenes deben ser preparados con el repaso de lo que ya se ha estudiado anteriormente. La tarea del repaso y el simulacro de preguntas es lo que llama STUDEAM tarea de examen, no debemos confundirlo con el examen mismo.

 

Las tareas de estudio son ignoradas

Habitualmente los alumnos tienden a dejar el estudio para el examen. Cuando un profesor imparte temario en clase, el estudiante no se plantea que acaban de encomendarle la tarea de aprender esos nuevos contenidos. En algún momento debería estudiarlos y dedicarle un cierto tiempo. Y ese tiempo no es el de la preparación inmediatamente anterior al examen.

Desgraciadamente una inmensa mayoría de los estudiantes deja esas tareas para el tiempo de preparar su examen, con lo que apenas repasa y el aprendizaje es deficiente. No se logra una memorización a largo plazo y son frecuentes los agobios por inseguridad ante los exámenes.

En consecuencia, las tareas de examen (su preparación inmediata) crecen excesivamente en tamaño, porque implican el primer estudio de la materia. Todo se hace muy cuesta arriba y la época de exámenes se vuelve muy desagradable. ¿Es esta la forma adecuada de estudiar? ¿Tiene sentido preparar así las pruebas de evaluación? Evidentemente no.

 

Educar en gestión del tiempo con STUDEAM

La app Studeam se diseñó para educar en gestión del tiempo y hábito de estudio. Por esto también está pensada para que el estudiante tenga presente que las tareas de estudio suelen existir. Si no aparecen en su planificación seguramente será porque las esté ignorando, pero ahí tiene la herramienta para recordarle que probablemente está faltando un ingrediente importante en su planificación.

¿Cuánto debería dedicar a tareas de estudio un alumno de secundaria? No andaremos muy desencaminados si pensamos en mitad de las tareas podrían ser “tareas de estudio”. Está claro que una planificación que las excluya sirve de muy poco, porque planificaría la mitad de lo que debería estar haciendo. ¡Que nadie se engañe!

Al planificar los deberes y el estudio con STUDEAM, el estudiante siempre debe seleccionar el tipo de tarea entre las tres ya citadas: normal, estudio o examen (ver vídeo DEMO para recordar) Esperamos que esto le ayude a reflexionar si no tendrá tareas de estudio que introducir en el planificador. En cuanto se haga consciente de ello hay muchas más probabilidades de que se ponga manos a la obra.

 

Creación de la tarea de estudio

Crear estas tareas le exige al alumno «inventarse» una fecha de entrega, lo cual le añade una dificultad. Le está pidiendo al alumno pensar y ser autónomo, porque el profesor no le exigirá tenerlo aprendido más que para el momento del examen la mayoría de las veces. El estudiante debería contestarse a esta pregunta: «¿Cuándo me vendría mejor haberlo aprendido?». Caben varias respuestas, pero nosotros aconsejaríamos que antes de que el profesor vuelva a explicar nuevos contenidos, y si no fuera posible o razonable, al menos terminarlo en un plazo de una semana.

Estimar estas tareas no es sencillo. Según las edades y su capacidad, hay quien estima los tiempos por páginas o por párrafos de contenido que aprender. Lo importante es empezar estimando alguna cantidad y con la práctica se irán afinando las estimaciones.